En los últimos años algo ha cambiado en la industria automovilística y se han sucedido diferentes acontecimientos que han provocado una gran polémica y ríos de tinta; y un tedioso proceso de electrificación de los vehículos que tiene un único objetivo, la transición del motor de combustión al eléctrico.

Aunque de todos estos que hemos mencionado, el coche eléctrico es el principal protagonista, presentado como el «gran salvador» de todos nuestros problemas. Aún así, siguen existiendo múltiples desventajas que lo sitúan lejos de hacerse con un amplio hueco mercado, como su elevado precio, su limitada autonomía o la necesidad de un punto de recarga disponible.

Hace poco os contamos con máximo detalle qué tienes que hacer para instalar un punto de recarga de eléctricos en tu garaje, pero hoy vamos a centrarnos en los tipos de recarga que existen en la actualidad, otro de los aspectos más complejos del coche eléctrico. En los últimos años hemos conocido todo tipo de soluciones como las carreteras electrificadas de Suecia o las autopista que recargan los coches de Inglaterra.

Tipos de recarga en un coche eléctrico

  • Super-lenta: Es muy poco común y apenas se encuentran puntos de recarga de este tipo, la intensidad de corriente es de tan solo 10 A o incluso menos. La recarga completa de un vehículo eléctrico estándar (con una batería de unos 24 kWh) tardaría en completarse entre diez y doce horas aproximadamente.
  • Convencional: Esta es una de las más habituales, a pesar de seguir siendo un tipo de carga lenta. La intensidad de corriente es de 13 amperios y 230 voltios, es decir, la misma intensidad y voltaje que una vivienda normal. Recargar un vehículo con este tipo de recarga nos llevará entre seis y ocho horas de media, por eso es idónea para llevar a cabo durante la noche en tu plaza de garaje. Es la recarga más sencilla, ya que solo requiere un conector Shuko y no requiere ningún tipo de instalación. Otra de las ventajas de recargar nuestro coche eléctrico por las noches es la baja demanda de energía y por lo tanto un menor gasto.
  • Semirrápida: La principal diferencia de esta con la convencional es que, en este caso, sí necesitamos una instalación previa de una caja o wall-box que irá situado en la pared. El tiempo de recarga desciende a tan solo 4 horas con una intensidad de 32 amperios y 230 VAC de voltaje eléctrico. Cada wall-box es capaz de proporciona una potencia de hasta 7,3kW. La recarga semirrápida utiliza un conector Mennekes o de Tipo 2, uno de los más seguros, ya que evita que cualquiera pueda desconectarlo una vez cerramos el vehículo.
  • Rápida: Una de las grandes ventajas de este tipo de recarga es que necesita mucho menos tiempo para completarse (hasta un 80% de la batería en 15 minutos), aunque por otro lado suele resultar bastante más cara y no es recomendable de forma habitual, ya que puede reducir la vida útil de las baterías de un coche eléctrico. La recarga rápida se lleva a cabo con dos tipos de conectores, o bien uno único combinado (CSS) a nivel europeo y el CHAdeMO, estándar de los fabricantes japoneses. Los principales fabricantes europeos (BMW, Daimler o VOLSKWAGEN) utilizan el conector CSS que permite cargar hasta 350 kW de potencia, pero no son muy comunes ya que la instalación de cada punto de recarga rápida es muy cara.
  • Ultra-rápida: A día de hoy es un tipo de recarga experimental que apenas se utiliza. Tan solo se ha probado en algunos prototipos eléctricos con acumuladores del tipo supercondensadores, de esta forma se pueden recargar baterías en tan solo cinco minutos. La principal desventaja es que las baterías no aguantan las altas temperaturas provocadas por este tipo de recarga y por lo tanto, se reduce drásticamente su vida útil a largo plazo.

Tipos de conectores para cargadores de coches:

  • Shuko: Es compatible con las tomas de corriente europeas y responde al estándar estándar CEE 7/4 Tipo F. El conector doméstico Shuko se caracteriza por tener toma de tierra, dos bornes y soportar corrientes de hasta 16 A. Esto significa que solo en compatible con recargas lentas y es fácil encontrarlo para recarga de bicicletas, motocicletas o patinetes eléctricos.
  • SAE J1772 (Tipo 1): También denominado Yazaki, es un estándar japonés para una recarga en corriente alterna. Está compuesto por 5 bornes, dos de corriente, uno de tierra y dos complementarios, siendo un conector específico para vehículos eléctricos. Con 43 mm de diámetro tiene dos niveles diferentes, uno con 16 A y un segundo de hasta 80 A que está asociado a la recarga rápida. Este conector es uno de los más comunes, podemos encontrarlo en vehículos eléctricos e híbridos.
  • MENNEKES (Tipo 2): Aunque no es específico para vehículos eléctricos se utiliza habitualmente para la recarga, es un conector alemán de tipo VDE-AR-E 2623-2-2 y 55 mm de diámetro. En el caso del conector MENNEKES encontramos hasta 7 bornes: cuatro de corriente trifásica, uno de tierra y dos para comunicaciones. Podemos elegir entre una recarga rápida con hasta 63 A de intensidad o una recarga lenta de hasta 16 amperios.
  • Único o Combinado (CCS): Fue creado por alemanes y norteamericanos como una solución estándar. Este conector se caracteriza por tener hasta 5 bornes para corriente, toma de tierra y comunicación con la red. Al igual que el MENNEKES admite tanto una recarga rápida como una lenta, por lo que una de sus ventajas es la polivalencia de uso. Marcas como Porsche, Volkswagen o BMW utilizan el conector único o combinado para diferentes modelos.
  • Scame (Tipo 3): También podemos encontrarlo con el nombre de EV Plug-in Alliance. Puede tener 5 o 7 bornes dependiendo de si la corriente es monofásica o trifásica. El conector Scame admite una intensidad de corriente eléctrica de hasta 32 A para una recarga semi-rápida. Renault utilizaba este tipo de conector hasta el año 2015, cuando optó por dar el salto al MENNEKES.
  • CHAdeMO: Por último está el CHAdeMO, el estándar de fabricantes japoneses como Toyota, Mitshubishi, Nissan. Fue creado para una recarga rápida en corriente continua y por ello dispone de 10 bornes, además de toma de tierra y comunicación. Es el que admite mayor intensidad de todos, hasta 200 A, por lo que también es válido para recargas ultra-rápidas. Además, es el que tiene un mayor diámetro y hoy en día podemos encontrarlo para recargar coches como el Nissan e-NV200 o el Citroen c- zero en pocos minutos.

¿Qué pasa con la recarga inalámbrica?

Actualmente los cargadores inalámbricos son una solución idónea para todo tipo de gadgets y aparatos electrónicos, principalmente smartphones. Por eso, algunos fabricantes y empresas llevan años trabajando en trasladar esta misma tecnología a los vehículos eléctricos, es el ejemplo de BMW que este mismo año ha lanzado un cargador inalámbrico por inducción que incluye un GroundPad y un CarPad colocado en la parte inferior del vehículo.

El principal problema de esta tecnología es el precio, por eso, habitualmente los cargadores inalámbricos van asociados a un contrato de alquiler. Además, la velocidad de recarga y potencia no suele ser excesivamente alta, pero esto podría cambiar muy pronto. Recientemente un grupo de investigadores de del Laboratorio Nacional Oak Ridge del Departamento de Energía de los Estados Unidos ha presentado un sistema de carga inalámbrica con hasta 120 kW de potencia.

Actualmente disponemos de los recursos necesarios para instalarle cualquier tipo de punto de carga para estos tipos de vehículos.