A partir del 1 de Junio de 2013 las viviendas en venta o en alquiler deben contar ya con un certificado de eficiencia energética que indique su eficiencia (consumo de energía). Los propietarios que comercialicen sus casas sin esta etiqueta podrán ser sancionados con hasta 6.000 €, según lo dispuesto en el Real Decreto aprobado a tal efecto por el Gobierno.